La Vestimenta



Desde fines del siglo XV, la  prenda exterior básica de los japoneses había sido el kosode, ancestro del kimono, una especie de túnica abierta con patrón en forma de T que se ajustaba a la cintura con una faja. Derivado de una antiquísima camisa interior del mismo nombre que se usaba en época Heian (794-1185), el kosode era prácticamente unisex: tenía el mismo corte para hombres y mujeres, y decoración parecida. Había, eso sí, distintos tipos según los detalles del patrón o los materiales, y también eran un poco diferentes según la época del año para la que estaban pensados. Ambos sexos gustaban de los elementos ornamentales grandes y llamativos y de los bordados con hilo de oro, siempre que pudieran permitírselos.

Al entrar en el período Edo, las cosas cambiaron de forma radical. Por un lado, pronto empezaron a distinguirse los motivos ornamentales de las ropas de hombre y de mujer. Las damas se reservaron la decoración colorida y vistosa, mientras que los caballeros se decantaban por motivos pequeños y simples, por ejemplo, los diseños rayados.

Asimismo, a medida que se separaban los diseños por géneros, los bordados de hilo de oro fueron también siendo sustituidos por estampados, quizá debido a las leyes contra el lujo que promulgó el gobierno; hay que decir, de todos modos, que algunos estampados eran casi tan laboriosos como un bordado, y su resultado prácticamente igual de espectacular.








Desde 1615 hasta 1868, el periodo Edo puso énfasis en el esplendor económico y cultural. Los kimonos eran prendas utilizadas por los samurais, y estaban confeccionados de materiales como la seda crepe, hilos metálicos y bordados que relataban historias. La leyenda dice que incluso las esposas de aquellos hombres que ocupaban puestos de poder en el reinado, competían para ver quién tenía el traje más fastuoso de todos. Mientras las damas de la corte eran las que llevaban más capas, complementos especiales y maquillaje, después vendrían las damas de clase alta en kosode (kimonos de mangas más cortas) así como las plebeyas en otro tipo de kosode.


El vestir masculino de esta época también variaba de acuerdo al puesto estratégico ocupado por cada hombre: los señores feudales llevaron vestuarios ceremoniales aparatosos llamados naga-hitatare, así como batas formales; los guerreros de alto rango llevaron pantalones sashinuki y capas kariginu; los profesores de la ceremonia del té, los oficiales militares, nobles y otras personas que componían el amplio organigrama social de Japón, también tenían sus propios estilos completados muchas veces con batas o kimonos. La belleza de los detalles es la que perdura y ha hecho que otros diseñadores actuales sigan accediendo a ellos para tomar inspiración en sus propios trabajos formales.






Fuentes: 
  • http://vistelacalle.com/130067/el-arte-de-la-ropa-en-el-periodo-edo-japones/
  • http://historia-moda.comocubriruncuerpo.org/tag/periodo-edo/
  • http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/japon-el-imperio-de-la-moda-en-el-siglo-xviii_8059



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